Los mejillones constituyen un humilde producto del mar, pero con un intenso y delicioso sabor que lo elevan a una categoría superior. En concreto estos, procedentes de las rías gallegas, poseen un gusto intenso e insuperable.
TIEMPO: 30 minutos
INGREDIENTES:
- 2 kilos de mejillones frescos
- 1 vaso de vino blanco
- 2 hojas de laurel
- 1 vaso de aceite de oliva virgen extra
- 2 dientes de ajo
- 1 cayena
- Granos de pimienta negra
- 1 cucharada de pimentón dulce de la Vera
- 1 vaso de vinagre de vino
PREPARACIÓN:
- Lavamos los mejillones frotando las conchas con un estropajo de níquel bien limpio y les quitamos las barbas.
- En una cacerola grande echamos el vaso de vino y una hoja de laurel e incorporamos los mejillones, la tapamos y la ponemos a fuego fuerte. Transcurridos unos dos o tres minutos la destapamos y sacamos con una espumadera los mejillones que ya se hayan abierto. Si queda alguno por abrir, volvemos a tapar y repetimos la operación hasta que ya estén todos. (Si alguno no se abre, lo descartamos).
- Reservamos los mejillones en un recipiente.
- Colamos el agua de cocción y reservamos medio vaso.
- En un cazo ponemos a fuego suave el aceite y los ajos pelados y laminados junto con los granos de pimienta, la otra hoja de laurel y la cayena. Dejamos infusionar unos diez minutos.
- Mientras tanto, les quitamos las conchas a los mejillones y los reservamos en un recipiente hondo.
- Transcurridos los diez minutos, apartamos el cazo del fuego y añadimos el pimentón removiendo con una cuchara. Inmediatamente incorporamos el vinagre y el medio vaso del caldo de la cocción (enfriarán la mezcla y harán que el pimentón no se queme).
- Llevamos de nuevo el cazo al fuego hasta que el escabeche recupere el hervor, apartamos, dejamos que se temple y lo vertemos sobre los mejillones.
- Tapamos el recipiente y lo metemos en la nevera, preferiblemente hasta el día siguiente.
NOTA: podemos introducir los mejillones en frascos previamente esterilizados y cubrirlos con el escabeche.
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