Es facilísimo de elaborar y está buenísimo.
Esta receta me la pasó Pablo -gracias-, pero está extraída del libro La comida de la familia de Ferrán Adriá.
Esta receta me la pasó Pablo -gracias-, pero está extraída del libro La comida de la familia de Ferrán Adriá.
TIEMPO: 25 minutos
INGREDIENTES: (para 2 personas)
- 1 vaso de arroz (preferiblemente de las variedades arborio o carnaroli, puesto que tienen más almidón)
- 3 vasos de caldo de pollo
- 1 sobre de azafrán molido
- 1/3 de 1 cebolla
- 1 chorro de aceite de oliva
- Sal
- 1 cucharada de mantequilla
- 50 gramos de queso parmesano rallado o en lascas
- 1 chorro de vino blanco
PREPARACIÓN:
- Vertemos el caldo de pollo en un cazo y lo ponemos a calentar.
- Picamos finamente la cebolla y la ponemos en una cacerola en la que previamente habremos calentado el aceite. Rehogamos la cebolla a fuego suave unos 5 minutos.
- Una vez rehogada la cebolla, incorporamos el arroz, lo sofreímos 2 minutos removiéndolo e inmediatamente echamos el chorro de vino blanco; dejamos que se evapore y añadimos un poco de caldo caliente (lo suficiente para cubrir el arroz). Salamos y removemos.
- Ponemos una sartén pequeñita a calentar sin aceite, sobre ella colocamos un paquete de papel de aluminio (abierto por un extremo) en el que habremos metido el azafrán. Lo tostamos unos segundos.
- Echamos el azafrán sobre el arroz y seguimos incorporando caldo y removiendo. Cuando el arroz va absorbiendo el caldo, añadimos más hasta finalizarlo.
- Transcurridos unos 18 minutos echamos la mantequilla y el queso, removemos hasta que se fundan y servimos al momento (debe quedar cremoso: es un risotto).
- Podemos añadir unos champiñones laminados por encima, trozos de espárragos verdes a la plancha...
- A quienes no les guste el queso fuerte pueden cambiarlo por uno más suave o por queso Philadelphia.
- En vez de parmesano también podemos utilizar un queso manchego curado o un Idizábal.
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