TARTA DE QUESO Y MORAS

   Un final de semana o un inicio de fin de semana de fiesta. Espectacular de sabor, de color y de presencia.

   Esta receta la vi en el facebook de Kanela y limón y me enamoró a simple vista (aquí tenéis el enlace, sus fotos son espectaculares), además coincidió con que en los días previos había ido a recoger moras y había hecho mermelada con ellas. Le agradezco a Cristina, la autora del blog mencionado, que me haya permitido publicarla en Matar el gusanillo. (He hecho pequeñas variaciones). El flechazo no solo fue por la presentación sino también por el sabor, me ha encantado, me parece una tarta espectacular y no es muy complicada de hacer.

INGREDIENTES:

-Crema de mora:

• 200 gramos de mermelada de moras (otro día publicaré la receta, pero se puede usar de la comprada teniendo la precaución de colarla si tiene semillas)
• 4 hojas de gelatina
• 1 yogur natural desnatado edulcorado
• 100 gramos de queso Philadelphia
• 2 cucharadas de agua
• 200 mililitros de nata para montar

-Crema de queso:

• 6 hojas de gelatina
• 130 gramos de azúcar
• 200 gramos de queso Philadelphia
• 2 yogures naturales desnatados edulcorados
• 300 mililitros de nata para montar
• 4 cucharadas de agua

-Base:

• 250 gramos de galletas Oreo
• 50 gramos de mantequilla

PREPARACIÓN:

• El día anterior haremos la crema de moras: 

1. Ponemos la gelatina en un cuenco con agua fría.
2. Mientras tanto, en un vaso de la batidora trituramos la mermelada, el yogur y el queso con la batidora.
3. Montamos en un recipiente aparte la nata y reservamos. 
4. Escurrimos la gelatina y la echamos en un vaso con las 2 cucharadas de agua caliente, la deshacemos bien con un tenedor y la añadimos a la crema de moras.
5. Por último incorporamos la nata a la mezcla de moras, queso y yogur. Removemos con movimientos envolventes. 
6. Vertemos esta preparación en un molde redondo que tenga un diámetro inferior al del molde en el que prepararemos el resto de la tarta, pero no excesivamente pequeño, porque corremos el riesgo de que esta mezcla quede muy alta y luego no podamos nivelar la tarta al añadirle la crema de queso. Metemos en el congelador hasta el día siguiente o hasta que esté dura (unas 4 horas).

•  Crema de queso:

1. Ponemos la gelatina en un cuenco con agua fría (durante 5 minutos)
2. En un bol echamos los yogures, el azúcar, el queso y la gelatina  disuelta en las 4 cucharadas de agua caliente y escurrida. Batimos con unas varillas.
3. Montamos la nata en otro recipiente y la añadimos a la crema anterior mezclando con movimientos envolventes.

• Terminación de la tarta:

1. Trituramos las galletas (con su crema interior incluida) con el accesorio picador de la batidora, o con Thermomix o metiéndolas en una bolsa y machacándolas con un rodillo. Les añadimos la mantequilla ablandada y mezclamos bien.
2. Cogemos la fuente en la que vayamos a presentar la tarta, le ponemos en el centro un aro de un molde desmontable (de un diámetro superior al del molde en el que tenemos la crema de moras) y cubrimos el fondo de la fuente con la base de galletas, tapando bien el borde inferior del aro para que no se derrame la crema de queso al añadirla; aplanamos las galletas con la base de un vaso.
3. En el centro ponemos la crema de moras congelada (para sacarla del molde podemos pasar  por los laterales un cuchillo caliente y, si es necesario, ponemos la base del molde en agua caliente).
4. Sobre ella echamos la crema de queso, la alisamos y metemos en la nevera hasta que esté bien cuajada (puede ser de un día para otro, pero con 4 horas será suficiente).

Para presentar la tarta solo tenemos que quitar el aro con mucho cuidado (si no se despega la crema de queso, pasamos un cuchillo alrededor del aro), echar gotas de mermelada por toda la superficie de la tarta y hacer formas con la punta de un palillo de brocheta. 

¡ESTÁ DE MUERTE! Y ¡ES PRECIOSA!

NOTA: ESTÁ MUCHO MEJOR HECHA DEL DÍA ANTERIOR, SE CONCENTRAN MÁS LOS SABORES.