Refrescante, suave, fino... Es un helado sorprendente y delicado que contrasta muy bien con el sabor más intenso del salmón ahumado.
Esta receta también esta sacada del libro Helados de Chris y James Tanner, editorial Blume, serie El pequeño libro del buen gusto.
INGREDIENTES: (para 8 bolas de helado)
- 2 aguacates maduros
- 1 cucharada de zumo de limón
- 250 mililitros de leche semidesnatada (en la receta original ponía entera)
- 40 gramos de azúcar
- 1 pizca de sal
- 200 mililitros de nata para montar
PREPARACIÓN:
- Cortamos los aguacates longitudinalmente.
- Clavamos un cuchillo en el hueso y lo extraemos.
- Con una cuchara sopera los vaciamos y ponemos la pulpa en el vaso de la batidora.
- Añadimos la leche, la sal, el zumo y el azúcar y trituramos con la batidora hasta obtener un puré.
- En otro cuenco montamos la nata.
- Unimos ambas preparaciones con movimientos suaves y envolventes.
- Introducimos la mezcla en el congelador. Aproximadamente a la media hora (cuando se empiece a congelar por los laterales) removemos enérgicamente con varillas y repetimos este proceso otras dos veces.
- Dejamos tapado en el congelador durante 3 horas (en este momento el helado estará con una consistencia cremosa y suave, en el caso de dejarlo durante más tiempo lo retiramos 30 minutos antes de servirlo y lo dejamos en la nevera).
Podemos presentarlo poniendo una bola de helado en el centro del plato, rociándola con sal en escamas y con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y rodeándola con salmón y ensalada. Otra sugerencia sería presentarlo en la piel del aguacate sobre el salmón o con este por encima; también podríamos hacer bolas pequeñas.
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