BIZCOCHO DE PLÁTANO CON TROZOS DE CHOCOLATE

Seguimos encerrados. El confinamiento, el tiempo disponible, la pérdida de nuestro ritmo de vida, la necesidad de mantenernos ocupados y muchos otros factores hacen que busquemos actividades, que innovemos, que aprendamos, que probemos recetas nuevas, que nos pongamos al día en aficiones que habíamos pospuesto. Fruto de todo lo anterior, es esta receta: un sabroso bizcocho con una buena combinación del sabor del plátano y el chocolate juntos.

TIEMPO: 20 minutos de preparación + 25 o 30 minutos de horneado

INGREDIENTES:

2 huevos
200 gramos de azúcar
85 gramos de aceite de oliva suave
2 plátanos maduros
2 cucharadas de queso de untar (Philadelphia)
1 cucharadita y media de levadura Royal
250 gramos de harina de repostería
65 gramos de chocolate Nestlé postres negro

PREPARACIÓN:

Precalentamos el horno a 180 grados con calor arriba y abajo.
En un bol grande, con varillas eléctricas a velocidad alta, batimos los huevos con el azúcar hasta que doblen su volumen, blanqueen y tengan el punto de cinta (cuando al levantar las varillas, la masa cae de forma uniforme y fluida, como si fuera una cinta).
Añadimos el aceite, los plátanos aplastados con un tenedor y el queso. Volvemos a batir con las varillas a velocidad media hasta que todos los ingredientes estén integrados.
Añadimos la harina y la levadura tamizadas. Batimos de nuevo unos segundos para que la harina se mezcle bien.
Incorporamos el chocolate troceado en cuadraditos de más o menos medio centímetro, excepto unos 10 trocitos que reservaremos (en vez de chocolate entero, podríamos utilizar pepitas de chocolate).
Cubrimos el fondo de un molde redondo de unos 22 centímetros con papel de horno y pincelamos las paredes del mismo con aceite.
Vertemos la masa en el molde y por encima distribuimos y hundimos levemente los trozos de chocolate reservado.
Introducimos en el horno y a los 25 minutos comprobamos si está hecho pinchando en el centro con un palillo, si no, dejamos 5 minutos más o los que fueran necesarios; dependerá de cada horno.
Lo sacamos del horno, lo dejamos enfriar, lo desmoldamos y listo para merendar, desayunar...